Streaming: Horse Girl

Co-escrita y protagonizada por Alison Brie, Horse Girl (2020), representa de distintas formas la depresión de una mujer estadounidense llamada Sarah, una mujer sonriente y sencilla de la cual no sabemos mucho y lo que se va revelando confunde, marea, satisface, hace reír (aunque sea un poco) y expone imágenes que nos dejan dudando si estamos viendo ficción realista o una alucinación entera. Sarah camina dormida, imagina cosas, sueña con gente que no conoce, recorta telas y se preocupa mucho por un caballo, Willow, que alguna vez fue de ella. No se terminar de explicar esa historia y el caballo puede representar diferentes cosas para el espectador. Los actuales dueños del caballo se ven agobiados con la presencia de Sarah y tratan de ahuyentarla cada vez que ésta lo visita.

Con una completa esencia de cine independiente (la película estrenó en Sundance), la primera parte de la historia nos introduce a la rutina de Sarah, quien trabaja en una tienda de manualidades. Por las tardes ve día tras día en su sofá la misma serie de televisión policiaca que lidia con un hombre clonado, visita la tumba de su madre y va a una clase de zumba. Sarah parece caerle bien a sus seres cercanos. Su compañera de trabajo, Joan (Molly Shannon) la trata con cariño y su compañera de cuarto, Nikki (Debby Ryan) la alienta a que salga y conozca a más gente. La película cuenta con música paranoica y tal vez futurista que nos recuerda a la confusión en las melodías de Punch Drunk Love (2002). Nikki le presenta a un amigo de su novio llamado Darren (Darren es también el nombre del protagonista de la serie de la televisión policiaca con la cual Sarah está obsesionada y esto le da una sincronía extraña a la historia) y las cosas duran poco en salirles mal como pareja.

La última secuencia de la historia, que es básicamente la segunda mitad de la película, nos lleva en un viaje extraño lleno de símbolos, algunos que le hacen referencia a la primera mitad como el caballo, la tela y la misma gente que la rodea. La película lidia primordialmente con un estado mental el cual se puede denominar clínicamente depresivo. Esto confunde a todos los seres que rodean a Sarah y la juzgan y ven con ojos de lástima. Sarah parece estar condenada por este estado mental y por lo tanto la película está también condenada a convertirse en un viaje dentro de su mente sin sentido, el cual no puede respondernos nada. Pero vale la pena ver estas secuencias, el ritmo y la confusión de la historia fluyen de manera grata, la película se convierte en un trance surrealista y funciona como un océano en el cual uno se sumerge y no deja de hundirse hasta que choca con el fondo, la última escena le va a recordar a algunos a Remedios, la Bella de “Cien Años de Soledad” y nos da a pensar si todo el tiempo estuvimos viendo un cuento de realismo mágico o simplemente una mente flotando en su propia realidad, tranquilamente, sin que nadie la entienda, ni siquiera su protagonista que todo el tiempo tiene cara de confundida.

Horse Girl. 2020. Dir: Jeff Baena. 103 min.

Disponible en Netflix.